sábado, 5 de diciembre de 2015

LA HEBRA CORRECTA

El 6 de septiembre de 1955, dominado por  la humillación de la infecundidad, Julio Ramón Ribeyro se declara prisionero de sus viejos proyectos.  Ese día escribe en su diario: 

“Cada vez que me siento a trabajar no sé por dónde comenzar.  Cojo un cuaderno, pongo unas líneas, lo cierro para coger otro y así, entre correcciones, añadiduras, me paso la jornada sin haber podido concluir nada”. 

Así me he pasado yo los últimos cuatro años, concentrado (o talvez desconcentrado) en una maraña de estudios, trabajos, tesis, amigos, paseos, amores, desamores y otro montón de cosas que, a pesar de permanecer inconclusas, parecen ofrecer una hebra que facilite el desenredo.    Confío en tirar de la hebra correcta.


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