viernes, 1 de mayo de 2020

El nuevo orden mundial


Al principio de esta temporada me resultaba difícil quedarme en casa, y a pesar del riesgo de mi profesión, me sentía (y sigo sintiéndome) afortunado de seguir activo. De hecho, yo sé poco o nada del encierro; lo he hecho solo en la tarde y noche de los días hábiles y algunos fines de semana, pues mis mañanas (y algunas noches) han sido de una tensión bárbara. Me hubiera resultado muy difícil pasar todo el día sin salir, y siempre estaba buscando pretextos para visitar la tienda de la esquina:  comprar alguna fruta, cebolla, huevos, agua con gas o un chocolate se convertían en obligaciones ineludibles. 

         La adaptación al nuevo orden mundial era cosa de tiempo, y ahora el pantalón de pijama, las camisetas promocionales y el suéter viejo para dormir se han convertido en mi segunda piel.  Ya no echo de menos la calle y cualquier trapo viejo me viene bien. Solo pensar que salir implica, a la vuelta, sacarme toda la ropa, ir directo a la ducha, desinfectar las llaves, el teléfono, el dinero y cualquier objeto que traiga, me gana la pereza y prefiero seguir oteando la vida desde mi ventana. De hecho, la retoma de mi blog responde a esta nueva existencia intramuros.

Varios amigos me sugirieron, desde siempre,  escribir en el blog estando de viaje, para contar lo que veía o escuchaba andando lejos.  La idea era tentadora, pero siempre consideré más productivo callejear, conversar, conseguir el ángulo para una foto o buscar novedades en librerías de viejo.  Lejos de casa, siempre prioricé la vida extra cerebral, como le llamo yo, por encima de la intracerebral.  Confiaba en que, tarde o temprano, podría sentarme a la máquina y teclear sin apuro. Hoy tampoco es que me abunde el tiempo, pues el trabajo me obliga a leer actualizaciones todos los días (hablo de novedades diagnósticas o terapéuticas y no de cifras: estas son y seguirán siendo un lastre) y sigo viviendo contrarreloj; mi trabajo me exige estar muy al día, pero de algún modo trataré de robarle unos minutos.

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